martes, 31 de julio de 2012

LA EMERGENCIA GERENCIAL VISTA DESDE LA COMPLEJIDAD
Toda organización esté conformada por unas partes que se articulan para formar el todo pero el todo representa una organización. Así pues, las organizaciones son manifestaciones complejas de atributos gerenciales que deslindan del quehacer administrativo de una realidad, en la cual interfieren elementos susceptibles al cambio pero también se inmiscuyen factores que expresan resistencia a este cambio, pero todo dentro de una homogeneidad que emerge de la heterogeneidad de las realidades circundantes. Esta diversidad de procesos, concepciones y costumbres obligan al gerente a asumir una posición de alerta en cuanto a que la transformación adquiere importancia con la participación de todos, lo que quiere decir, que la complejidad se construye con la intervención de la totalidad de la estructura organizativa. De esto se deriva que, el cambio en una organización es tarea de todos y a todos les afecta, ya sea de manera positiva o de manera negativa, ya que mientras no exista la construcción colectiva de las misiones y las visiones del todo, el esfuerzo será en vano por cuanto la realidad será ajena a los miembros que hacen vida en la empresa. Mientras mayor injerencia tengan los integrantes de una comunidad, mayor será su nivel de compromiso, por lo que el gerente debe estar abierto a las propuestas que proceden de las partes. Es así como surge la emergencia en la gerencia, cuando se consideran todos los factores internos y externos para tomar decisiones y establecer los lineamientos de acción en pro de la organización. Esto le va a permitir al gerente resolver conflictos desde la diversidad ya que al conocer los diferentes planteamientos de los elementos emergentes, tendrá la capacidad de presentarse ante una variedad de alternativas de solución y podrá enfrentar opiniones controversiales en torno a los casos presentados. Las transformaciones nos proporcionan unos resultados, algunas veces esperados y otras veces no previstos en el curso de las prontitudes gerenciales, y si se combinan en medio del caos, en ocasiones, estos resultados llegan a ser relevantes, lo que reclama una acción inmediata que nos debe preparar para tomar decisiones, sin embargo, no es necesario llegar a la dificultad para trabajar en el cambio, a medida que se van evidenciando las novedades se pueden ir adaptando las variaciones a las realidades de las organizaciones. Esto solicita del gerente la capacidad de discernir las prioridades entre las diferentes alternativas suscitadas en el desenvolvimiento de los procesos organizacionales, reconociendo así las capacidades de aprendizaje de su colectivo ante los preceptos de cada involucrado en las unidades de acción gerencial. La transformación vendrá dada por el cambio en el pensamiento del hombre, que se enfrenta a conflictos de orden ideológico y cultural pero que activan su compromiso de trabajar por la empresa en virtud del sentido de pertenencia con la misma. Este sentido de pertenecía se activa mientras se tomen en cuenta las percepciones, concepciones y convicciones del colectivo debido a que si es valorada su capacidad de trabajo, sus habilidades operativas, sus fundamentos cognoscitivos y sus aportes emocionales, se involucra de manera activa y comprometida con la organización. Queda de parte del gerente accionar en las posibilidades que presentan todos los actores que conforman la estructura de funcionamiento ante una diversidad de niveles y sectores, cuya incidencia determina los cambios que van tomados de la mano del progreso de los sistemas gerenciales donde se establece una cooperación y reciprocidad en los procesos organizativos. Cabe destacar, que un gerente en situación de emergencia manifiesta un liderazgo activo en consonancia con lo derivado en sus contextos disímiles, lo que representa una necesidad de adaptarse a los cambios derivados de las innovaciones del día a día.

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